Ya lo dijo Leonardo Garnier “La educación debe ser subversiva en un sentido muy preciso: debe constituir el proceso mediante el cual, nuestros estudiantes se van construyendo a sí mismos, se van convirtiendo de manera consciente en las personas que quieren ser.”

Así comenzaba una ponencia en TED: Tecnología, Entretenimiento, Diseño (Technology, Entertainment, Design) que es una organización sin fines de lucro dedicada a las “Ideas dignas de difundir” (del inglés: Ideas worth spreading). Un título sugerente y con opiniones interesantes y motivadoras.

A mí personalmente me llamó la atención la siguiente: “ Perder el miedo a ser las personas que queremos ser” ¡Vaya frase! ¡La utopía!, posiblemente en lo más profundo de nosotros mismos, deseamos alcanzar ese estado de satisfacción con uno mismo, que cerca de la felicidad se sentiría, ¿No creéis?… Pero qué complicado parece conseguirlo.

Este tipo de educación nos propone un camino, el camino de la educación de niños y jóvenes, invitándonos  a educar para la afectividad, para los vínculos en la forma  de relacionarnos con los otros, en cómo nos queremos. En definitiva, enseñar a sentirse bien con uno mismo, a gustarse y así poder gustar a los demás.

También debemos tener en cuenta como disfrutar de nuestro placer sexual de una forma gratificante, sin lastimar, dañar, dominar o abusar. Si conseguimos relegar la humillación, el abuso, el sufrimiento, la vergüenza de tantos homosexuales que luchan  contra sí mismos para poder ser aceptados y queridos simplemente, estaríamos ayudando a crear un mundo más feliz para todos, seríamos una sociedad más libre, más justa, más humana.

En la actualidad, las organizaciones mundiales para la Educación y el Desarrollo Humano, conscientes de las crecientes necesidades de la sociedad, reconocen que la educación requiere además de los contenidos académicos y técnicos, una serie de habilidades que le permita al individuo un desarrollo integral y completo, y con este objetivo debemos empezar a trabajar.

Virginal Wolf