educar-en-la-diversidad-300x225Educar en la diversidad afectivo-sexual, como estamos comprobando, es todavía una asignatura pendiente en el Estado Español, donde no hemos tenido conciencia, ni desde el ámbito público ni desde el privado, de la necesidad de educar desde la base en el respeto hacia dicha diversidad, el reconocimiento de la misma, y la igualdad de oportunidades. Aquí entroncamos con el propio sistema educativo público, que actualmente continúa padeciendo graves déficits desde la perspectiva de la educación en el ámbito LGTB

Las y los profesionales de la educación en nuestro país no cuentan con los debidos recursos o herramientas que les ayuden a identificar, mediar o resolver los conflictos y la violencia derivados de un entorno de incomprensión e intolerancia hacia la diversidad afectivo-sexual. La experiencia nos indica que en la educación tradicional, a la finalización de la misma, las personas llevan invisibilizado el mundo LGTB, y en los peores casos, lo consideran una perversión.

Existen muy pocos libros de texto, de lectura, de consulta, etc., que reflejen la realidad LGTB, que cuenten con ella, que sean inclusivos respecto a ella, que la traten con naturalidad y visibilidad, y que sean respetuosos hacia la igualdad de derechos y oportunidades. En definitiva, que permitan la completa integración de personas del colectivo LGTB desde el propio sistema educativo, y que permitan visibilizar y comprender la existencia de otras perspectivas y realidades sociales. Esto lo podemos también extrapolar al concepto de familia, donde llevamos mucho tiempo intentando romper con el manido concepto de familia tradicional (padres, hijos, nietos y abuelos) para extenderlo al resto de modalidades que se dan hoy en día (familias monoparentales, de gays, lesbianas, adopciones, etc.).

Pero aún con todas esas deficiencias, lo más alarmante y trágico sigue siendo que los y las adolescentes LGTB continúan sufriendo, en su mayoría, verdaderas situaciones de aislamiento, incomprensión y violencia por el mero hecho de su condición sexual. Es responsabilidad de un sistema educativo justo procurar concienciar a las personas para la comprensión, aceptación, inclusión e integración de todos los colectivos, sin atender a condiciones de tipo afectivo-sexual.

Parece que incluso aún cuando vamos asumiendo este principio de convivencia respetando la no discriminación en otros ámbitos (raza, religión, etc.) todavía nos cuesta en lo relativo a la condición u opción sexual. Hemos de enseñar a respetar la sexualidad, que ha de ser vivida plenamente, de acuerdo a la íntima identidad y sentimientos de cada persona, con pleno respecto a su posible dimensión LGTB.