Pues sí, Sudamérica se viste de colores y celebra las fiestas del orgullo por todo lo alto en Chile  y Argentina.

En Santiago hablamos de casi 60.000 asistentes en su VIII edición, teniendo como demandas centrales el matrimonio igualitario, además de la necesidad de alcanzar un  Acuerdo para la ley de parejas de hecho en el país,y la ley de identidad de género, como también el trabajo por la Diversidad y la No Discriminación. 

En Argentina, sin embargo el lema de este año fue: “Orgullo incluyente”, en el cual la iniciativa principal era conseguir el mayor número de donaciones, que más tarde serían entregadas en servicios penitenciarios a personas privadas de libertad y a comedores populares frecuentados por personas “trans”.

La comisión organizadora del evento dejó claro su parecer en torno a la propuesta recalcando que:  “La acción de Orgullo Incluyente visibiliza los anclajes de exclusión y violencia aún vigentes, entendiendo que en la lucha por la justicia social no hay igualdad sin inclusión, y no hay inclusión sin organización social” Toda una declaración de intenciones.

Pero como podemos ver, y esto es lo que nos interesa, el continente sudamericano se ha puesto entre ceja y ceja normalizar al colectivo y no para en su empeño, convirtiendo ciudades como Buenos Aires y Santiago en lugares de obligada visita para el colectivo LGTB. Así que desde aquí, nuestra enhorabuena para el pueblo chileno y argentino.

(Orgullo de Santiago de Chile y de Buenos Aires En Argentina)

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