oracion-el-papa-francisco-L-3PVYy9Hoy me he levantado impregnada del espíritu navideño, no obstante estamos a las puertas de la noche más especial del año para los cristianos, La noche Buena. Por esta razón he decidido escribir sobre el que para muchos medios y personas es el personaje del año: El Papa Francisco I.

Dentro de la comunidad homosexual, se vivió desde el primer momento con mucha expectación la llegada del nuevo pontífice, y éste no ha dejado lugar a dudas,  el cambio es ahora posible.

Francisco, argentino y jesuita, que “tomó su nombre de Papa de un santo humilde”,  se ha convertido en el primer Papa no europeo en 1.200 años y está llamado a “transformar” la Iglesia.  Marca desde el principio una nueva tendencia, inspira a la gente y renueva las ilusiones. “Entre los creyentes, está sin duda la alegría de recuperar los orígenes del mensaje cristiano. (…) Los otros están seducidos por algo que se parece a la modernidad, al menos en el discurso”.

Tras el pontificado “crepuscular y casi depresivo” de Benedicto XVI, llega un hombre que “suscita una simpatía casi universal”, y que da la impresión de haber devuelto a su cargo la autoridad moral y credibilidad, además de que ha llevado al Vaticano “un nuevo estilo”, el de la simplicidad y la entrega, supone igualmente “una suerte de esperanza”, la de pensar que “es posible que una institución se reforme y cambie, y que su representante encarne ese mensaje”.

El Papa Francisco ha hablado en más de una ocasión sobre la situación de los homosexuales y siempre ha mostrado la visión de una persona misericordiosa y conciliadora. Entre sus declaraciones más cercanas al colectivo, se desprenden las ganas de conseguir el retorno de aquellas personas que algún momento se sintieron condenadas por la iglesia y mantienen una actitud de indiferencia hacia la misma. “En lugar de ser solamente una Iglesia que acoge y recibe, manteniendo sus puertas abiertas, busquemos más bien ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos, capaz de salir de sí misma yendo hacia el que no la frecuenta, hacia el que se marchó de ella, hacia el indiferente. El que abandonó la Iglesia a veces lo hizo por razones que, si se entienden y valoran bien, pueden ser el inicio de un retorno. Pero es necesario tener audacia y valor”.

Dios nos creó a todos a su imagen y semejanza, Dios no rechaza al que es diferente, es más siempre se acercó al más débil, ese fue el que ayudó a hacer “Comunidad”. Todos juntos, recibiendo un mismo mensaje de amor y fraternidad. Hoy en día estamos más acostumbrados al enfrentamiento entre seculares y todos aquellos que de una u otra forma se sienten alejados del reino de Dios. De hecho no ayuda que los máximos exponentes dentro de la Iglesia, afronten luchas encarnizadas con minorías sociales. Por todo esto, la llegada de Francisco supone una bocanada de aire fresco. Por muchos años y muchos cambios.

Mary Pride