homosexualidadAunque no lo parezca, hoy por hoy siguen dándose muchísimas situaciones de homosexuales que no terminan de aceptar su condición. La gente puede creer que es un absurdo, viendo cómo la sociedad empieza a abrir su mente hacia las realidades sociales, entre las cuales se encuentra un colectivo LGBT, cada vez más aceptado y normalizado (No siempre, por supuesto).

Para comprender mejor por qué las personas homosexuales tienen prejuicios sobre sí mismas la primera pregunta que debemos hacernos es : ¿Qué significa en general la aceptación de uno mismo?

Aceptación no es solo reconocimiento. Reconocer que se es gay no es suficiente, es mucho mas que eso. Aceptación tampoco es resignación. Cuando nos resignamos, no nos estamos aceptando, sino conformando.

Aceptación es compasión y compasión no es lástima; compasión es comprensión, entendimiento. Y cuando hay comprensión y compasión hay espacio para aceptar en vez de pelear con la realidad. Por ejemplo, cuando aceptamos que tenemos miedo, que nuestras manos sudan, nuestro corazón palpita, nos relajamos. Pero para aceptar tenemos que empezar por darnos cuenta, por abrir la mente, por tener conciencia.

La mayoría de las personas desarrollan una serie de prejuicios basados sobretodo en el cultura de un contexto. El cerebro absorbió esos prejuicios y están grabados en las mentes de heterosexuales y homosexuales por igual. Son imborrables de nuestro “disco duro”.

La realidad, es que lo primero que les pasa a todos los homosexuales que no terminan de aceptarse, es que sufren, indudablemente ese es el mayor de los problemas, porque del sufrimiento, nacen muchos más problemas, depresión, auto-lástima, y evasión y sentir miedo a socializar, miedo a la intimidad, a salir a la calle de manos en pareja. No quieren sentir el dolor cuando alguien los critica o juzga, dependen demasiado de lo que piensan y dicen las demás personas.

Personalmente, puedo decir que siempre hay alguien llevando una vida oculta, como si hubiera creado toda una estructura sujeta por mentiras. Entre nosotros, es comprensible, puede ser tan grande la presión, ya no sólo la de la sociedad, sino la que uno mismo se ha impuesto. Creer que por ser cómo eres, eres menos y que por esa razón los demás tienen derecho a creerse más que tú. Esta señores, es la realidad en muchos casos.

Así que menos prejuicios y más compasión con las realidades ajenas.

Peter milk