marcel-e1370655604217 Hoy me gustaría escribir sobre un caso real que ya en su momento me sorprendió muchísimo y creo que puede abrirnos los ojos. Esta no deja de ser una paradoja más de las que sufrimos hoy en día las personas del colectivo LGBT.

Marcel Neergard es un niño de 11 años abiertamente gay que vive con su familia  en el Estado de Tennessee (EE UU) y que se ha vuelto conocido por haber conseguido que despojaran, de un premio al mejor legislador del año, a John Ragan, un político local.

Ragan apoyó una ley por la que se prohíbe a los profesores mencionar en clase cualquier tipo de sexualidad no relacionada con la procreación y claro, Neergard un niño que había sufrido acoso escolar durante años por su orientación sexual decidió que no, que ese premio era intolerable que lo recibiera alguien que con su actitud lo único que hacía era fomentar el acoso escolar y atentar contra la diversidad.

Así que se puso manos a la obra y través de moveon.org consiguió más de 50.000 firmas y finalmente la organización studentfirst promotora del galardón le quitó a Ragan su premio. Neergard afirmaba en aquel momento  “estar muy feliz de que StudentFirst se haya puesto de mi lado para luchar contra el acoso en las escuelas, pero todavía queda mucho por hacer para asegurarse de que lo que me ha pasado a mí no le vuelva a suceder a ningún niño más”.

Neergard cuenta que quiere compartir su  experiencia y que el colegio sea un lugar más seguro para todos.

“En quinto grado, los alumnos eran malos conmigo, eran abusos verbales, casi nunca agresiones. Me llamaban maricón, niña-botas (como siempre las llevaba puestas, eran mis favoritas y negras). Mis compañeros usaban la palabra gay como insulto, realmente duele que tus compañeros usen contra ti algo que te define como persona”.

Según relata su padre, Neegard llegó a tener ideas suicidas durante el tiempo que sufrió el acoso escolar, aunque la “mayoría de los insultos eran simples burlas, era algo intolerable para él”. “No se lo dijo a nadie, nos enteramos un día que fuimos al colegio y vimos a otro alumno golpeándole con la mochila”.

“Ser lo que eres es algo de lo que te tienes que sentir orgulloso. A la gente que está pasando por lo mismo que yo le diría que no deje nunca de ser el mismo”, continúa el niño. “Busca la ayuda de un adulto si sufres acoso. Con todo esto he aprendido que todo el mundo tiene la capacidad de luchar por lo que cree que es correcto. Solo porque seamos pequeños, no significa que no seamos nada”

“¿Mi sueño? Que los legisladores aprueben una regulación contra el acoso escolar en las escuelas”.