Sigmund Freud decía: La homosexualidad no es, sin duda, una ventaja, pero tampoco es algo de lo que haya que avergonzarse, ni un vicio, ni una degradación, ni puede clasificársela como una enfermedad… “Es una gran injusticia perseguir a la homosexualidad como un delito, y además, es una crueldad”.

yiuy8yDesde que en 1973 se determinara que la homosexualidad no era un trastorno mental, no existe razón para aislar o estigmatizar a ningún miembro de la comunidad LGTB. Hoy día, con las leyes del matrimonio de personas del mismo sexo, de adopción y de reproducción asistida, las familias homoparentales son una tendencia que va en aumento y aún así, nos encontramos con que la sociedad lo que mantiene es una actitud de tolerancia, pero en ningún caso, de efectiva aceptación de los derechos de igualdad.

Los prejuicios en torno a la homosexualidad son, por decirlo de alguna manera, demasiados, y por lo tanto, es conveniente ponerlos a la palestra ya que este, es un tema al que aún le faltan horas de debate.

Para entender  el porqué de los prejuicios existentes en nuestra sociedad, tendríamos que hacer un viaje bastante largo, empezando por la Grecia antigua, dónde el hombre era el foco de la intelectualidad y la mujer una simple concubina, pasando por Roma y alcanzando la teoría del ‘pansexualismo’ y despojándola de todo su halo hedonístico, hasta la imposición de las leyes bíblicas.  Se puede decir que muchas ideas sobre la homosexualidad en la moral tradicional se encuentran vigentes en la actualidad, teniendo su origen en estos juicios bíblicos de comportamiento desviado.

Siglos de prejuicios seudocientíficos y morales han llevado a que los homosexuales hayan sido tratados como pervertidos, enfermos mentales o criminales.  Aún existe una actitud discriminatoria por una buena parte de la sociedad, las autoridades eclesiásticas y algunos políticos.

Seguimos padeciendo multitud de actos discriminatorios, que nacen del prejuicio de personas sin sensibilidad social ni humana. No podemos dejarnos engañar por ese que no acepta nuestras muestras de amor en público, por ese que no entiende que celebremos un orgullo, por ese que no entiende ni tolera que podamos ser padres y madres por nuestra condición. El prejuicio, sigue siendo prejuicio, cuando va enmascarado de sutileza.

Ahora bien si la homosexualidad está tan reconocida y aceptada ¿porque sigue habiendo multitud de estereotipos que la ridiculizan? ¿Por qué esta tan arraigado en la sociedad que un gay o lesbiana sean de determinada manera? Si fueran aceptados por la sociedad preguntas  como estas, no quedarían en el aire.

Mary Pride.