“Salir del armario”, el “coming out of the closet”, expresiones que se utilizan cada día sin que realmente te pares a pensar en lo que significa para una persona homosexual, supone declarar abiertamente y públicamente  tu homosexualidad.

Hasta que no das este paso, ciertamente sigues viviendo una mentira, una mentira con la que parece que vives más cómodo.  Cuando das este paso, es como liberarte de todo aquello que te hacía sentir vulnerable, inseguro , es empezar a vivir todos aquellos sueños que tenias despierto, intentar lograr todo aquello que te proponías en tu cabeza, quitarte el mayor peso de tu existencia.

No todos pasamos por lo mismo, porque evidentemente no somos todos iguales y nuestros contextos no son los mismos, pero estoy convencido que la sensación es la misma cuando pronuncias las palabras mágicas: “Soy gay”.

No es lo mismo decírselo a un amigo que a una madre, no. Recuerdo cuando lo comente la primera vez con mi mejor amigo, para mí,no supuso mayor satisfacción, al fin y al cabo los dos éramos iguales, pero sin embargo, recuerdo esa conversación con mi madre.  -Me dijo que era feliz si yo era feliz-, pero también recuerdo que sus ojos me decían, que no iba a ser fácil asumir todo aquello.

Los padres al fin y al cabo, no sufren porque su hijo o hija sea gay o lesbiana, sufren por cómo la sociedad tratará a esos niños y niñas. Ellos vivirán con el miedo de ver a esos niños llorar por la intolerancia de aquellos que no saben ver la homosexualidad como algo normal, vivirán el dolor de ver a sus niños crecer en entornos no siempre favorables, con personas que no siempre lo pondrán fácil. Los padres sueñan con ver a sus hijos formar familias, y todo lo que sea salirse del guión establecido, les rompe los esquemas. 

Salir del armario supuso para mí todo, fue la decisión más difícil pero a la vez, la más correcta. Por muy difícil que fuera, mi vida había dejado de tener sentido, vivía lo que los demás querían que viviera, sin darme la oportunidad de intentar ser feliz. Nadie que yo conozca, se ha arrepentido de dar este paso, y funcionando como analogía, salir del armario, supone ver la luz, y todo lo que sea vivir en él, es seguir en la oscuridad.

Peter Milk